miércoles, 22 de junio de 2011

LA VIDA ES ALGO MÁS

Cuando más se me derrite el cerebro por el fuerte calor, más pienso en lo que somo los seres humanos.
Siempre he dicho que el hombre nunca está contento con lo que le va tocando. Si hace calor porque hace calor, si frío porque no se puede parar en la calle, si llueve por las incomodidades y si no llueve porque hace falta que llueva.
Así somos, seres que vivimos en una constante indecisión que  provoca que al fin y a la postre nuestra vida sea una vida que no nos gusta.
¿Y que significa todo esto?, pensaran Ustedes. Pues significa ni más ni menos que la realidad de las personas es que siempre nos quejamos por algo, nunca somos capaces de encontrar la plena felicidad y aunque tengamos motivos para ser felices, es cierto que siempre nos preocupamos por cosas que deberíamos tener más que superadas.
Miren: Un día vas a un médico y éste te dice que algo no va bien. En ese momento te crees morir, sientes que todo se acaba y es entonces cuando empiezas a pensar que, habiendo situaciones que verdaderamente son preocupantes, nos hemos pasado la vida en continuo amargor innecesario.
Cuando te pasas la vida trabajando y viviendo para tus obligaciones no tenemos tiempo de disfrutar lo que tenemos, sin embargo, cuando no tenemos trabajo no podemos disfrutar porque no tenemos nada. Es una pescadilla que se muerde la cola.
Por trabajo obviamos cosas tan importantes como; Jugar una tarde con los niños, dedicarnos un fin de semana a hacer el cabra y mirar solo por nuestro disfrute, olvidarnos de todo lo que nos preocupa y dar rienda suelta a la imaginación. Hay pequeñas cosas que no hacemos y que son la pura renovación de los circuitos que necesitamos para tirar adelante. No se trata de extravagancias, se trata de pequeñas cosas como zamparse una tortilla de patatas bajo una sombrilla en la playa en buena compañía, escaparse a ese lugar al que hace años que no vas, no rechazar la invitación de quien te invita a recordar viejos tiempos, en fin.
Cuando la vida te da un vuelco de repente es cuando te das cuenta de que el día no puede tener 27 horas y que en la escala de valores el trabajo no puede estar por encima de ese beso ¨mañanero¨ que das a la persona querida antes de irte.
Debemos reflexionar. La vida, que no deja de ser un tahúr que  no siempre te reparte las mejores cartas, es algo más que una continua carrera por la supervivencia. No por poder comprar lo mejor se vive mejor, no por tener más recursos eres más feliz, no por participar en una jungla estridente que cada día saca lo peor de nosotros somos mejores que otras personas.
¡Lástima que nos demos cuenta de estas cosas cuando hemos malgastado parte de nuestra vida en vivir sin vivir!

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