jueves, 3 de mayo de 2012

1 DE MAYO



El 1 de mayo hemos vuelto a celebrar el día del trabajo, algo que en los tiempos que corren puede tener varias lecturas bien distintas.
La primera de ellas podría ser una pregunta que lanzáramos al aire. ¿Con 5.639.000 desempleados se puede festejar el día del trabajo? Obviamente habrá muchas personas entre esos más de 5 millones de parados que habrán pensado que es una ironía que mientras ellos no tienen trabajo y mientras hay más de un millón  y medio de familias con todos los miembros sin trabajo, los que tienen un empleo lo festejen sin trabajar.
Claro, pensar  que festejar el día del trabajo es una injuria para los que no tienen un sustento que llevar a casa es una muestra clara de demagogia, pero como siempre digo con ciertos temas, no porque algo sea tachado de demagógico quiere decir que no sea verdad lo que se dice.
Otra de las lecturas que se pueden hacer, bien diferentes  por cierto, es precisamente que con esas cifras de paro que ahora tenemos pues es verdad que tener un trabajo, o que haya  españoles que tengan  trabajo es para montar una fiesta casi eterna, pues trabajar hoy día es un privilegio que desafortunadamente no todo el mundo tiene. Además, está claro que la fiesta del día del trabajo siempre tiene un carácter reivindicativo, más aun en los citados tiempos que corren, con manifestaciones por todo el país que reclaman, no solo trabajo, sino que no se pierdan ciertos derechos laborales que costaron años conseguir y que ahora puede defenestrar el gobierno actual gracias a la mayoría absoluta.
Este día 1 de mayo ha llegado en un momento álgido. Además de las noticias que ya sabemos sobre el paro en la actualidad, se habla de que no será hasta pasado el año 2014 cuando se empiece a crear algo de empleo, pudiéndose llegar en próximas fechas incluso a superar la cifra de los 6.000.000 de almas sin trabajo, 12.000.000  de brazos cruzados y millones de historias de poner la piel de gallina.
Por tanto, este 1 de mayo habrá tenido una resonancia especial en muchos sentidos, pero lo que verdaderamente es de sentido común es que a pesar de tanta reforma y apretones de cinturón como nos están imponiendo, la situación es dramática para mucha gente que vive situaciones límite. Siento impotencia cuando oigo decir a los señores del gobierno que habrá que seguir haciendo esfuerzos. ¿Más esfuerzos?
Quizás, y ahora soy yo el demagogo, haya que reducir el número de políticos cobrando sueldos de lujo y cobrando pensiones de por vida por apenas 7 años de ejercer la vida pública, aunque su trabajo haya servido para destrozar a un país, región, ciudad o pueblo. Ya está bien de que algunos nos digan que hemos de ser solidarios y comer menos mientras a ellos no les falta de nada. Se pierde empleo al mismo ritmo que se venía perdiendo y la situación va hacia ese abismo que antes nombraban los que ahora gobiernan. ¿En qué ha cambiado la situación? En nada, seguimos igual o peor.
Los bancos son los que tienen a la gente cogida por el cuello y sin embargo se les insufla dinero público. ¿Qué beneficio obtiene el ciudadano por el hecho de que se rescate un banco con dinero de todos? Ninguno, absolutamente ninguno, pero hay que claudicar de la misma manera que toca claudicar cuando te dicen otras muchas cosas que son atentados contra los derechos de la gente.
Hay que apretarse el cinturón aunque ya no se puedan hacer más agujeros para apretarte más, pero eso a nadie le importa. Nos seguirán diciendo que las reformas son positivas aunque el único positivismo de todo esto sea el que encuentren aquellos que ahora ven que en tiempos de crisis el rico es más rico y el pobre llega a ser una rata de cloaca.
El 1 de mayo fue el día del trabajo, un día marcado precisamente por la grave situación de falta de empleo. ¡Qué ironía!

No hay comentarios:

Publicar un comentario